viernes, 26 de marzo de 2010

Utilización de los servicios de atención primaria por la población inmigrante en España

Calderón-Larrañaga A, Gimeno-Feliu LA, Macipe-Costa R, Poblador-Plou B, Bordonaba-Bosque D, Prados-Torres A. Primary care utilisation patterns among an urban immigrant population in the Spanish National Health System. BMC Public Health 2011; 11: 432-.

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Introducción

Varios estudios han demostrado que la población inmigrante consume menos servicios sanitarios que la población autóctona. Este fenómeno puede deberse a varias causas. En este trabajo se intenta aclarar si se debe a que la población inmigrante es más sana.

Objetivo

Comparar la utilización de los servicios de atención primaria (AP) entre la población inmigrante y la autóctona en función de su morbilidad.

Perfil del estudio

Tipo de estudio: Estudio transversal

Ámbito del estudio: Comunitario

Métodos

El estudio se llevó a cabo con los datos de la historia clínica informatizada de 3 equipos de atención primaria de los barrios con mayor porcentaje de poblción inmigrante de la ciudad de Zaragoza (algo más de 69.000 personas). Se consideró inmigrantes a todas las personas de nacionalidad extranjera. Se obtuvieron los datos de edad y sexo, número de visitas y de morbilidad de los individuos inculidos en el estudio. En función de los problemas de salud registrados se les asignó una categoría ACG (Adjusted Clinical Groups). En función del grupo ACG asignado se clasificó a los pacientes en 5 bandas de utilización de recursos (BUR) que iban del 0 (no usuarios) al 5 (morbilidad muy elevada). Las visitas se clasificaron en función del servicio consultado y del tipo de visita (programada, a demanda, urgente, a domicilio, etc.)

Resultados

Eran inmigrantes un 26% de los niños y un 18% de los adultos. La mayor parte provenían de Latinoamérica y de los países de Europa del Este (fig. 1).

Figura 1. Origen de los inmigrantes.

Había menos personas de edad avanzada y menos mujeres entre los inmigrantes que entre los españoles (figs. 2 y 3).

Figura 2. Distribución por edades de la población inmigrante y autóctona.

Figura 3. Distribución por sexos de la población inmigrante y autóctona.

Habían visitado el centro de salud durante el último año al menos una vez el 59% de los extranjeros y el 76% de los españoles adultos. En los niños, la frecuencia era del 74% y del 84%. Los inmigrantes presentaban niveles más bajos de BUR que los autóctonos (fig. 4).

Figura 4. Grado de morbilidad en función de la edad.

La frecuentación ajustada por edad y sexo fue significativamente inferior en los inmigrantes que en los españoles. Este patrón se observó en todos los tipos de visitas excepto en las visitas por pruebas diagnósticas, que fueron ligeramente superiores en los niños inmigrantes (aproximadamente 22 visitas más por cada 1.000 niños).

Cuando se ajustó el análisis por la morbilidad de los individuos desaparecieron las diferencias en la frecuentación global entre las dos poblaciones, aunque se observaron diferencias entre algunos tipos de visitas (tabla 1).

Tabla 1. Número anual de visitas ajustadas por edad y sexo por 1.000 habitantes y tasa de razón de incidencia (TRI) ajustada por morbilidad.

Niños Adultos
Nº visitas TRI (IC95%) Nº visitas TRI (IC95%)
Autóctonos Inmigrantes Autóctonos Inmigrantes
MF/pediatra 6.214 4.612 0,89 (0,87 a 0,91) 5.252 3.274 1,03 (1,02 a 1,04)
Enfermera 1.448 1.451 1,08 (1,03 a 1,12) 2.539 763 0,71 (0,68 a 0,73)
Pr. diagnósticas
118 140 1,77 (1,53 a 2,04) 639 435 1,21 (1,17 a 1,25)
Fisioterapia 1 1 - 78 23 -
Trabajor social
3 7 - 25 21 -
Odontoestomatólogo 79 76 - 65 61 -
Comadrona - - - 55 63 -
Total 7.873 6.304 0,94 (0,91 a 0,96) 8.672 4.654 1,00 (0,99 a 1,01)

Conclusiones

Los autores concluyen que los inmigrantes utilizan menos los servicios de AP que los nacionales de la misma edad y sexo, pero que las diferencias se atenúan mucho cuando se incluye en el análisis la carga de morbilidad de los pacientes.

Conflictos de interés

Ninguno declarado. Financiado por una beca del Instituto de Salud Carlos III.

Comentario

Los autores concluyen que los inmigrantes utilizan menos los servicios de AP que los nacionales de la misma edad y sexo, pero que las diferencias se atenúan mucho cuando se incluye en el análisis la carga de morbilidad de los pacientes.

Conflictos de interés

Ninguno declarado. Financiado por una beca del Instituto de Salud Carlos III.

Comentario

El gasto social generado por los inmigrantes se ha convertido en uno de los temas de la reciente campaña electoral de algunos partidos políticos, que han hecho bandera del supuesto abuso de los servicios sociales y sanitarios por parte de este grupo de población.En este estudio se observa que el gasto absoluto en número de visitas a AP por inmigrante es inferior que el de los nacionales de la misma edad y sexo, tanto para los adultos como para los niños. Esto confirma los resultados de estudios previos tanto nacionales como internacionales.

Existen varias posibles explicaciones para este fenómeno, como las dificultades en el acceso a los servicios sanitarios, diferencias culturales en la percepción de la enfermedad y el mejor estado de salud de la población inmigrante. El primero es improbable en España, dada la cobertura universal de la sanidad pública. Los resultados de este estudio apuntan a que el mejor estado de salud de la población inmigrante puede explicar una parte importante de las diferencias, ya que cuando se controla este factor en el análisis las tasas de utilización son muy parecidas. Es lo que se conoce como el "efecto del inmigrante sano", esto es que se daría un proceso de autoselección en los países de origen de forma que sólo emigrarían las personas con un buen estado de salud y con grandes capacidades y motivación personal. Estas diferencias serían importantes en los inmigrantes recién llegados y tenderían a difuminarse con el paso del tiempo.

El mayor consumo de pruebas diagnósticas observado puede deberse a la necesidad de hacer revisiones a la llegada al país de los inmigrantes o a las dificultades del encuentro clínico debido a las diferencias culturales entre el paciente y el sanitario.

Una de las características principales de este estudio es que ha llevado a cabo con datos de las historias clínicas electrónicas de los pacientes. Este hecho tiene algunas ventajas como la exhaustividad de los datos que han sido recogidos sin saber que se utilizarían para este estudio. Sin embargo, hace que tenga algunas limitaciones, como que no se disponga de datos de los individuos que no han buscado atención sanitaria (situación que a priori es más probable entre la población inmigrante), lo que puede haber sobreestimado la utilización de los servicios de atención primaria por parte de estos. Además, no se dispone de datos socioeconómicos, por lo que no se ha podido analizar el efecto que tiene este componente.

Este estudio se limita a la utilización de los servicios de atención primaria. En una revisión sistemática de los estudios realizados en nuestro país sobre el tema se ha observado que los inmigrantes ingresan más en el hospital que la población autóctona, aunque a expensas fundamentalmente de la atención al embarazo y al parto, lo que se traduce en un coste global de la atención hospitalaria un 40% inferior.

Bibliografía

  1. Goldman DP, Smith JP, Sood N. Immigrants and the cost of medical care. Health Aff (Millwood) 2006; 25: 1700-1711. R TC PDF
  2. McDonald JT, Kennedy S. Insights into the "healthy immigrant effect": health status and health service use of immigrants to Canada. Soc Sci Med 2004; 59: 1613-1627. PDF
  3. Berra S, Elorza-Ricart JM. Salud y uso de servicios en los sistemas sanitarios en población autóctona e inmigrante de España. Madrid: Ministerio de Ciencia e Innovación. 2009.

Autor

Manuel Iglesias Rodal. Correo electrónico: mrodal@menta.net.

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