jueves, 30 de abril de 2015

La trata de seres humanos. El negocio del comercio con personas. SJM

El mercado de la explotación global ofrece un amplísimo ámbito de acción para los individuos responsables de la trata de seres humanos o trafficking -como se denomina el fenómeno en inglés-, un negocio que pretende dar respuesta a la demanda de las actuales formas de explotación de seres humanos. Una de sus dimensiones más notorias –aunque rara vez la única-  es la explotación sexual. Sin embargo, existen otras formas de explotación de seres humanos: la explotación laboral, de menores en la industria del sexo, para la mendicidad o  en la guerra, los matrimonios serviles, el tráfico de órganos, etc.
Las estimaciones del número de personas tratadas varían cada año, además, toda vez que muchas de las personas involucradas en este fenómeno son inmigrantes en situación irregular, las cifras aportadas resultan necesariamente imprecisas. No obstante, lo más llamativo a la hora de intentar construir un contexto sobre la realidad de la trata de seres humanos, es precisamente la falta  de  datos, particularmente estatales y locales así como su escasa calidad. Según la Organización Mundial del Trabajo (OIT) el dato global de personas víctimas de trabajo forzoso -que para esta organización se asimilaría a la trata- alcanza la cifra de 20,9 millones de personas. Sin embargo, las estimaciones de la OIT no incluyen los casos de trata con fines de extracción de órganos ni los de matrimonio forzado u adopción forzada, a menos que estas prácticas den lugar a una situación de trabajo o servicio forzoso. 


SJM. CIE y expulsiones exprés. Informe anual 2014

Dos son los temas centrales de este informe anual (los CIE y las expulsiones exprés) y dos son las cuestiones que quiero evocar, de manera más literaria, en esta presentación. Son dos asuntos que han marcado la agenda política de este año en lo referido a control fronterizo, así como buena parte de nuestros desvelos y preocupaciones.

El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM)-España también se ha visto afectado por los sucesos del Tarajal, y ha intentado actuar con rigor y compromiso, dentro de su línea de trabajo en la Frontera Sur y, como siempre, combinando la crítica con la propuesta constructiva para defender la hospitalidad, la inclusión y el respeto a los derechos humanos.